Me gusta contar las cosas como sucedieron, pero cambiando un poco.
Ayer cuando intentaba dormir en una cama que no era la mía, me dió por contar un libro que leo, y a todos pareció interesarles, tanto, tanto que se quedaron dormidos.
Un día antes de ayer tampoco podía dormir, por exceso de sueño o qué se yo, pero el punto es que no podía.
En la hora que vueltas dí por mí cómodo colchón tuve muchas ideas para contar, lo patético del asunto es que ya no me acuerdo de lo que pensaba, fue tan efímero el estar inspirada, que mejor dejo de relatarte.
sábado, enero 10, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
jajaja también me sucede eso a mi u//u
Publicar un comentario