jueves, noviembre 29, 2007

delineador.

Algo interesante pasó ésta noche, recordé lo que soñé, no todo, tengo ideas vagas de cosas que soñaba, será divertido funcionar de relator, justo ahora.

Recuerdo que usaba una pelúca con afro café obscuro, un vestido de lunares rosas y verdes y pestañas postizas, de mis pies no me acuerdo, pero tengo un presentimiento extraño que dice que llevaba patines blancos, de cuatro llantas. Estaba en una casa que no conosco, probablemente la ví en una película, o simplemente la inventé, era actriz, y debía correr fuerte, muy fuerte, hasta caer en un piso frío, como de mosaico, algo me viene persiguiendo, de nuevo algo me dice que es un monstruo.

Lo que era una mala actuación dejó de serlo, estoy de verdad asustada, y desaparecieron mis patines, ahora tengo una blusa de cuello de tortuga abajo del vestido que después recuerdo haber visto en una de mis más buenas amigas, sigo corriendo, en una casa fría, parece un edificio, pero las paredes se van haciendo más pequeñas, encuentro un elevador, que también se había reducido en tamaño, entro al elevador, no se cómo ni por qué, y me percato que el elevador funciona con delineador de ojos líquido, mis delineadores están ahí, el bronce, y el plateado, yo tengo el dorado en mis manos, sé que el monstruo me perseguía por eso, quería mi delineador, un sonido estremecedor me hace cubrir mis oídos, despierto, la máquina negra que vive sobre mi buró esta aullando, gritándo que es hora de despertar.

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