sábado, diciembre 10, 2011

Ducha de recuerdo

El agua tibia toca la comisura de mi boca, entre bocanadas y enunciados libres recuerdo, hace ya casi un año que pasó lo que me sigue atormentando.

Meto la cabeza muy dentro de la tina, esperando quizá no poder volver a salir, o viajar al instante donde todas las sensaciones eran tan mías como él en ése justo momento.

Pasa más de un minuto, respiro debajo del agua sin tener que tapar mi chata nariz, y por un momento olvido, abro los ojos, un dolor soportable ingresa por mis órbitas, puedo ver mis cabellos cafés flotando en el agua clara y una mezcla fugaz de sentimientos y frío me provocan sacar la cabeza.


Me tengo que voltear por que el brazo derecho que me ha visto escribir los más sutiles versos de amor hoy me falla, y no logra coordinarse, se encuentra dormido.

Tengo la mirada hacia el techo gris que alguna vez fue blanco, pienso, pienso y pienso más, por qué nunca fui lo suficiente valiente para decirte la verdad, es ahora alguien de aspecto similar a un roedor que ocupa lo más profundo de tus sinápsis neuronales, y yo, sigo reviviendo ése momento, así, único, vivaz y sobre todo, solo nuestro.

1 comentario:

Miranda dijo...

Me gusta cómo haces las metáforas de estos temas en particular, además de que me sorprende ya haya transcurrido casi un año de que me tomé ese café delicioso y que parezca ratón you know who... :/ (vamos por un café).