lunes, diciembre 14, 2009

Esperar, esperar, esperar.

Espero a que mi madre salga del ortopedista, así mismo espero que salga con buenas noticias.
Espero a que seque el rojo esmalte que he embarrado en mis queratinosas uñas.

Espero muchas cosas, me relajo, y pienso, siempre mientras espero.

Por ahí una vez leí o ví, no estoy segura dónde, que pasas 30% de tu vida esperando,
que pase el tren, el camión, el taxi, a poder subir o bajar una escalera transitada, tu turno, el turno de la persona que acompañas.

Soy una persona relativamente pasiva, pero no podría decir que no me desespera el tener que esperar, si, me desespero, después de una hora encerrada en un carro y litros y litros de agua sobre mi, cuando menos pienso 4 veces ¡Me hubiera traído un libro!

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