No se me quita, no sé si es por que no estás,
o por que te fuiste demasiado rápido.
No se me quita, aunque hable delirando,
aunque los sorbos de agua que dé sean los más grandes.
Ésta sed nadie me la quita, ni si quiera tú recuerdo,
nada, ni lavarme los ojos con nuevas situaciones,
ni sudar tus palabras, ni buscarte entre la gente,
ni pensarte.
Creo que tú eres mi remedio.
miércoles, junio 17, 2009
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