lunes, octubre 10, 2011

Desintegrarme

Lo he decidido, ésta semana no voy a existir.
No puedo imaginar, ni decir, ni demostrar que no estoy bien.

Ayer juro que tenía las palabras justas, el tiempo perfecto,
hoy ya no me acuerdo ni de mi segundo nombre.

Voy por la vida trazando latitudes, sin esperanza, buscando un buen pretexto para seguir avanzando, acabo de perderlo, ya no sé si seguir por seguir sea la mejor opción.

El cólera, la rabia y la furia enaltecen si no todos la mayoría de mis defectos y continúan siendo asquerosos.

No suelo ser así, tiende a importarme solo un poco la presencia o ausencia de las posibilidades, pero ésta vez es diferente, pienso mil formas de terminar, reencarnar en una versión menos grotesca de lo que por ahora sigo siendo.

Sé que no le daré fin, y por supuesto hay una segunda parte, y claro, eventualmente también ésto pasará, el tiempo avanza rápido al igual que los pensamientos grises que inundan mis retorcidas circunvoluciones.

Después de que todo deje de ser efímero me concentraré en permanecer, por ahora sólo me arrastro.


Me dicen la desaparecida

Cuando menos de la blogósfera, ya ni me acordaba de mi contraseña de blogger, el correo con el que abrí ésto años atrás ya no funciona, al igual que yo.